Texto: Cinthya Bolado.
Fotos: Justino López.
Hace unos meses se anunció que las obras de Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti llegarían al Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México. Como era de esperarse, la gente tristemente se interesó únicamente en ver la obra de Da Vinci, por lo cual mientras estuvo su exposición, las filas eran interminables, se hizo un maratón de 72 horas para que más gente pudiera admirar el trabajo de este genio renacentista y hasta los revendedores hicieron su agosto a las afueras del recinto.
Sin embargo, las filas, horas de espera y lucro con los revendedores terminaron el 23 de agosto, cuando la exposición "Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza" cerró sus puertas para trasladar las piezas que exhibía a su lugar de origen, fue después de eso, que el equipo de Art Riot (al que no le gustan las filas) pudo entrar al Palacio de Bellas Artes con una mínima espera de 5 minutos y totalmente gratis, por ser estudiantes, a ver las obras de arte de Miguel Ángel Buonarroti.
Ya saben que en nuestro jodido México no todo puede ser perfecto, pero aún así, poder ver la "Pietà", es un lujo y una experiencia estética que pocos pueden darse sin salir de su País y además a un precio muy accesible, pues si eres estudiante, de la tercera edad, tienes capacidades diferentes o eres profesor, la exposición es completamente gratis, mientras que si no cumples con alguna de las condiciones anteriormente mencionadas, el costo de admisión es de solo 59 pesos.
¿Porqué decía que no todo puede ser perfecto? Bueno, pues la exposición no es en su totalidad de la obra de Miguel Ángel, sino también de artistas inspirados en el trabajo de este gran pintor, y escultor y arquitecto italiano, lo cual no está mal, si en el anuncio advirtieran que también vas a ver eso en la sala, que por cierto es algo pequeña y eso te impide observar por completo la majestuosidad de las obras exhibidas (imaginen lo triste que debió ser no poder contemplar esto con el tumulto de gente antes del 23 de agosto).
Todo indica que 2015 fue el año de traer a México gran parte del arte renacentista, primero, con la muestra imposible del CENART, que por cierto ahora está exhibiéndose en Texcoco, en el Estado de México (Sí, no todo en el Estado de México son asaltos, homicidios y violencia) y ahora con las obras de Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti en el Palacio de Bellas Artes. Cabe mencionar, que aunque su humilde texto servidora es fan from hell de Da Vinci, es una verdadera pena que la gente solo acudiera interesada en su obra (aunque tal vez, la mayoría solo iba para ver la Gioconda) y no en la de Miguel Ángel, a quién se le atribuye haber pintado el rostro de Jesucristo como actualmente lo conocemos, además de su obra maestra plasmada en la bóveda de la Capilla Sixtina, en el Vaticano ¿Qué no se suponía que en México queríamos harto a diosito y todo lo que tiene que ver con él?.
En fin, si tienen oportunidad, cáiganle a ver esta exposición, hay que darle una experiencia estética de vez en cuando a nuestro cerebro, además los domingos es gratis, y les aconsejamos que no lo piensen mucho, porque ya son las última semanas.
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