¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que te gustó una canción?
Seguramente las primeras canciones que fueron de tu agrado las aprendiste en la escuela. Un “chumbala cachumabala cachumabala” o tal vez, ya cercanos a épocas navideñas la canción era sobre unos peces que bebían en el río, por ver a un dios nacido. Lo que es cierto, es que la música te estimulaba de alguna forma, y te entretenía durante el día.
¿Es la música buena para los niños? Y ¿Qué tipo de música deben escuchar? Habrá quien diga que pueden escuchar cualquier música, y que ésta no debe carecer de complejidad. La ciencia apoya la idea de que escuchar música a temprana edad resulta favorable en 4 aspectos:
1.- Ayuda a identificar los sonidos de fondo que existen en nuestro entorno, capacidad que vamos perdiendo con la edad.
2.- Ayuda a tener una mejor memoria, ya que relacionamos hechos de nuestra vida con una canción o un sonido.
3.- Aprender un segundo idioma es esencial en estos días, la música facilita tal actividad.
4.-En teoría, ayuda a ser más sensibles a nuestro entorno, especialmente a las emociones que otras personas llegan a expresar. La gente que está acostumbrada a escuchar música o hacer música logran captar más fácilmente las emociones que expresan otras personas.
Quedan cabos sueltos por atar, por ejemplo, el tipo de música por la cual estos 4 aspectos son posibles. Sin embargo, seguimos clamando una frase muy conocida: “Sin música la vida sería un error”.
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